Los cardenales electores tardaron casi lo mismo que en 2005 cuando eligieron a Joseph Ratzinger en abril de ese año al frente del Vaticano. Precisamente, la renuncia de Benedicto XVI fue la que abrió las puertas para este nuevo cónclave del siglo XXI, algo que no había ocurrido en 600 años.
Jorge Bergoglio, primer Papa argentino y latinoamericano |
Tras el famoso “Habemus Papam'' (tenemos Papa) desde el balcón de la basílica de San Pedro a las 16:12 de Argentina se conoció el nombre y la nacionalidad del nuevo pontífice.
"Anuntio vobis gaudium, habemus Papam" (Os anuncio una gran alegría, tenemos Papa), dijo el cardenal protodiácono, el francés Jean Louis Tauran.
Luego, a las 16:23, Bergoglio salió al balcón para impartir su primera bendición "urbi et orbi" (a la ciudad y al mundo) vestido por primera vez con la sotana blanca papal.
Bergoglio rezó el Padre Nuestro y pidió que la Virgen María acompañe al papa renunciante Benedicto XVI. También rezó el Ave María.
Francisco I, estrenando pontificado |
Miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro celebraron con júbilo la fumata, mientras las campanas de la basílica empezaban a repicar para festejar la noticia, tal y como manda la tradición. "Viva el Papa, viva el Papa", fue el grito que estalló en los alrededores del Vaticano. Cuando se supo la identidad del Papa gritaron: “Francesco, Francesco".
La novedad no es solo porque se trata de un papa argentino y latinoamericano sino también el primer papa de orígen jesuita.
En 2005, cuando eligieron a Ratiznger, el cardenal alemán resultó ganador en la cuarta votación. En aquel entonces, Bergoglio había sido el segundo candidato más votado. Pero tuvo que esperar 8 años más para llegar a lo más alto de la Iglesia católica.
Francesco I, primer Papa Jesuita |
Bergoglio también tendrá que responder a los escándalos que estallaron durante el último pontificado, como el de los abusos sexuales a menores o el caso "VatiLeaks" de filtración de documentos confidenciales del pontífice que terminó por revelar una trama de abuso de poder en la Curia, el gobierno central del Vaticano.
A estos problemas, se suma una pérdida de influencia de la Iglesia debido a la disminución de fieles y a las críticas de una parte de los católicos por hacer oídos sordos a la evolución del mundo moderno en temas como el papel de la mujer en la Iglesia y la sexualidad.
Jorge Bergoglio caminando las calles de Roma |
A diferencia de la elección pasada, donde era considerado candidato, esta vez Bergoglio sólo estaba siendo visto por los vaticanistas como un “kingmaker” (alguien que sin ser candidato tiene gran influencia en la orientación de los votos). Su edad actual (76 años) y ciertos achaques de salud parecían restarle posibilidades. Pero en medio de la incertidumbre sobre el posible sucesor de Benedicto XVI y tras su intervención en el plenario de cardenales, que recogió entusiastas aplausos, pareció resurgir su candidatura. La mayoría de los cardenales decidió que tiene las condiciones para renovar la cuestionada curia y producir un soplo de aire fresco en la Iglesia católica que enfrenta una crisis con múltiples aristas.
Francisco I es presentado al mundo. |